Las obras del puente que une la calle San Frantzisko con el barrio de Urazandi han experimentado una notable mejora: las vigas del puente, que en un principio iban a ser reutilizadas, han sido sustituidas por dos nuevas vigas.
Según la inspección visual inicial realizada por los técnicos, el estado general de las vigas del original puente parecía ser bueno. Por lo tanto, se concluyó que su rehabilitación y reutilización podría ser una opción viable y eficaz. Así, en el proyecto así se indicó.
Cuando se retiraron las vigas dentro de la segunda fase de los trabajos y se les realizó un estudio exhaustivo, se llegó a la conclusión de que el estado de las mismas era peor de lo que se pensaba. Según el informe de la dirección de obra, el nivel de corrosión del acero interior era superior al previsto.
En este sentido, tras un estudio técnico y económico, se ha optado por la sustitución de las antiguas vigas por otras nuevas. Las vigas de esta opción son varias:
- Las nuevas vigas aportan mayor garantía.
- Las vigas son más delgadas, por lo que el aspecto del puente será más ligero. • La rampa a colocar en la plaza de San Frantzisko será más corta.
- Facilita la instalación de la escultura «Icaro».
Esta modificación no afectará al plazo previsto, estando las obras finalizadas para finales de año. Por otra parte, económicamente tampoco la partida prevista para este proyecto sufrirá modificaciones.